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sábado, 14 de diciembre de 2013

La Comuna. Propuesta (I)

Inicio esta breve propuesta, de razonamiento consiente y por mandato de ley del Creador supremo del universo, que la única vía para vivir en paz y abundancia en toda la tierra, será bajo La Colonias Colectivas o lo que es lo mismo de decir “LA COMUNA”. 

La Comuna es el fin de las humanidades en el planeta, indicado por la misma ley social; la constitución de familias, de pueblos, de ciudades, de naciones e imperios. La Comuna es ayuda mutua y trabajo común y colectivo. 

A continuación dejamos desglosado de manera sencilla con el ejemplo que sigue, como se desarrollan las actividades del trabajo en colectivo. 

El mecánico tiene sus máquinas y su vestido, porque el agricultor le arranca a la madre tierra, con su trabajo, las esencias de su savia en productos alimenticios y textiles; y de sus entrañas, saca el mineral con el que el mecánico fabrica los instrumentos y maquinarias para la mayor producción con menos trabajo. 

El químico, el físico y el ingeniero, tienen materias, instrumentos y alimentos, porque el agricultor cultiva el campo y rasga las entrañas de la tierra, arrancando los minerales, de los que el mecánico hace los instrumentos, por reglas que da al ingeniero; este conoce las fuerzas y las características de la fusión de los metales y los líquidos, porque el físico y el químico, por el estudio de la razón, le dan los valores y naturaleza de los minerales. 

El pintor y el músico, copian la melodía de los sonidos y la armonía de los colores, para dar expansión al espíritu en la lucha cotidiana, pero solo pueden hacerlo, porque el labriego extrajo de la tierra alimentos y materiales minerales para instrumentos y colores, que el químico estudia, el ingeniero amalgama y el mecánico forja y pulimenta. 

Serán creados estados y poderes con sus respectivas organizaciones, para gobernar y administrar este complejo engranaje, trayendo de cualquier punto alejado de la tierra, lo que les haga falta y llevaran a ese punto, la producción que a ellos les sobre, claro está por supuesto, que no serán migajas y ni nada usado por el estilo, al contrario será producción nueva, fresca y de alta tecnología avanzada, hecha a la mejor perfección, con amor puro en justicia y desinterado en abundancia absoluta. 

Esto es servirse mutuamente y en común todo el mundo, sin mirar si un producto es de los negros o de los blancos, porque es necesario al concierto de la vida, como toda una gran orquesta planetaria sonando al unísono de las notas musicales de la unión planetaria, bajo la dirección de un solo director supervisor , controlador y coordinador, con los demás directores de cada uno de los rincones más recónditos de nuestra madre tierra, sin dejar espacio alguno que no sea cubierto, por la hermosa y maravillosa abundancia verdadera. 

Todos nuestros ciudadanos se reunirán en comicios y elegirán a sus respectivos mandatarios para revestirlos de la autoridad de todo el pueblo, porque esto simplifica al mínimum el orden de todas las cosas y de las responsabilidades en el orden administrativo y de las mejores relaciones con el resto de los demás pueblos del planeta. 

Se verán reunidos en las diferentes partes del mundo, en todas las ampulosas ciudades cada día mayores, para disfrutar de la belleza y la armonía: pero principalmente porque los seres humanos gustan de la vida en comunidad, en la que si la administración y la distribución es equitativa, el bienestar será mayor que en la vida aislada, llegando así a lograr nuestra civilización, con un buen ejercicio de la justicia, La Mayor Suma De Felicidad Posible. 

La administración de las ciudades será efectuada por el mismo orden, sufragándose los servicios con los bienes de todos, tácito esta la inexistencia de todo tipo de moneda, y a todas las autoridades se les habrá revestido del simbólico nombre de “COMUNEROS”; la jornada de trabajo será de 5 horas máximo, motivado a que todos los ciudadanos en general sin importar su condición sexual estarán involucradas en todas las aéreas de trabajo de su agrado, inclinación y vocación, lo cual traerá como consecuencia que no habrá cansancio ni estrés tanto físico como mental, lo cual constituye el factor de 90% de probabilidad de sufrir riesgos del corazón, habrá más tiempo para dedicarle al estudio, a las familias, así mismo y al entrenamiento y la sana diversión y esparcimiento en general. 

Cabe recalcar aquí la repetida pregunta hasta el insaciable cansancio, que no acabamos por última vez, darle una respuesta definitiva: ¿Por qué, siendo tan majestuosa, bella, maravillosa y hermosa la organización que existe en el orden natural, en el engranaje armónico de las producciones ( en que no puede detenerse nade y hasta ahora nadie ha osado en parar, porque si eso sucediera se paralizaría todo), porque –repetimos-, siendo esa organización tan bella, ha habido y hay tanta miseria, tanta desigualdad, tan pocos que son felices y tantos desgraciados?. 

La vida únicamente es posible en común y los seres humanos (quieran o no) serán persuadidos a la colonias colectivas y en común vivirán en las familias, pueblos y las naciones, sin que puedan prescindir las unas de la otras. Llegada es la hora de vivir en la “COMUNA PLANETARIA”. ¿Qué falta para tomar esta decisión y poner en práctica este novedoso y extraordinario proyecto fuera de serie, que ¡NO CUESTA NI UN CENTAVO PARA NADIE EN EL PLANETA!? 

Que el pueblo soberano poder del mundo diga: las naciones no existen: solo una tierra hay conforme a la ley divina. La Comuna no reconocerá más propiedad que la sabiduría y el más sabio será quien gobierne, por el maestro superior, sin que lo discutan los demás seres humanos, porque ya ha sido acatado en justicia en el espacio sideral. 

Ya no existirá más la limosna, la miseria, las lágrimas, los agobios, ni la tristeza; como tampoco tendrán cabida los parásitos, los viciosos, los libertinos, ni los suprematicos. Todos trabajaran y todos disfrutaran por igual y todos consumirán lo justo en marcada abundancia, lo que les plazca, lo que haya, porque cada quien tendrá la oportunidad de tomar lo que le ocupe para su familia completa y los días que ocupe sin que haya despilfarro y habrá tanto más, cuanto con más ardor se trabaje y más estudio hagan los ciudadanos. 

Nuestros ciudadanos en todos los rincones de nuestro planeta, ya no tendrán que temer jamás la perturbación de la paz, porque se habrá matado el germen de las guerras; ni temerá en equivocarse en la adoración del creador del universo, porque el culto es solo interno en lo personal y privado de su propio espíritu, porque se reconoce la existencia de un ser supremo hacedor de todo el universo. 

Martín Rodríguez Larrazabal.
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lunes, 2 de diciembre de 2013

El último acto de amor

Para los dueños de animales probablemente decidir aplicarle la eutanasia a nuestra mascota debe ser la decisión más dura a la que nos enfrentamos. Pero a veces no queda otra opción si realmente quieres a tu amigo.

Hoy he tenido que hacerlo con mi gata. Llevaba días sin comer y demasiado quieta, así que la llevé al veterinario. Tras varias pruebas le diagnosticaron una neoplasia brutal con una mitosis muy rápida. En otras palabras, un cáncer que se la estaba comiendo.

Ante el sufrimiento que probablemente estaba padeciendo y una muerte inminente y terrible, no dudé un instante en acceder a lo mejor que podía hacer por ella, costase lo que me costase.

Hemos tenido una bonita despedida. Ayer me pasé el día con ella, en la cama, abrazadas con su suave ronroneo, aunque cada vez más apagado. Le di cariño y ella me lo devolvió como siempre, con creces.

Creo que los animales notan que se acerca su final, igual que nosotros. Por eso creo que ella también se estaba despidiendo de mí.

Esta noche no dormimos apenas ni ella ni yo. Pasé las horas mirándola, acariciándola y escuchando su respiración, débil.

Nos levantamos muy temprano y ella tenía hambre. Pensé que no podía darle nada de comer ya que tenía que llevarla al veterinario, pero realmente creí que no debía tenerla tres horas con hambre su último día. Así que le di un poquito de comida, la peiné, la acaricié, le limpié la arena, le cambié dos veces el agua… me esmeré para que viese cuánto la quería.

Ya en la clínica intenté mantenerme lo más serena que pude, ya que ellos notan tu tristeza. La anestesiaron y mientras se quedaba dormida le di muchos cariños y le hablé. Luego salimos para que le pusiesen su última inyección. Y se acabó.

Uxía (aunque le llamábamos "chucha") era una gata tremendamente buena. Había conseguido incluso llevarse bien con mis perros, o tolerarlos al menos. Dormíamos cinco en la cama. Ella siempre a mi lado, con su cabecita en la almohada, como otra persona. Con su ronroneo y sus suspiros.

No echarla de menos será imposible y creo que así debe ser.

Además poseía un valor simbólico: fue encontrada por mi padre y fue la gata de mi madre. No creo que exista nada después de la muerte, pero si me equivocase, quizás los encuentre en algún lugar. Y espero que les diga que la cuidé lo mejor que supe.


Me gustaría pedirles a todos los dueños de animales que estén gravemente enfermos, que estén sufriendo, que ya no tengan ninguna posibilidad de recuperación, que no duden ni un instante en hacer lo mismo que hice yo.

No hay cabida para el sentimiento de culpa ni el arrepentimiento. Como dueños responsables, no podemos pensar en nosotros si realmente queremos a nuestra mascota, en intentar alargar el tiempo en su compañía. 

Eso va en contra de su bienestar y ellos necesitan nuestra ayuda para dar ese último paso. 

Raquel Ruiz
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