¡Envíanos tu artículo!

Escribe lo que quieras y como quieras, sobre cualquier tema que te interese.
¡Comparte tu información con todos los lectores!
Envíalo a: alas.social@gmail.com
Y dinos con qué nombre quieres firmarlo (real o inventado)

¿De qué quieres que hablemos?

Si quieres información sobre algún tema en concreto, dínoslo en el mismo email y escribiremos sobre ello.

La información y las opiniones vertidas en este blog, tanto en las entradas como en los comentarios son obra exclusiva de su autor.

lunes, 29 de agosto de 2011

La consciencia de la conciencia

<Un bebé ríe a carcajadas mientras su madre le abraza, a sus espaldas las olas del mar rompen suavemente contra una roca>

A veces, me planteo cómo se puede hablar en un futuro del siglo XXI. Si sabemos tan poco lo que pasó en el siglo XX, dudo mucho que los vencedores de la historia vayan, por una vez en la vida, de la mano de la verdad, caminando por los años.

De las crisis mundiales que azotan el comienzo del siglo XXI, bien se puede decir que la crisis de conciencia o espiritual es la madre de todas las crisis. Alimentando a su vez las demás crisis, como por ejemplo la económica.

El estómago de la economía mundial actual consume diariamente conciencia, en cantidades globalizadas y con un apetito insaciable. Tal vez por ello, la sociedad capitalista crea que, en lugar de seres humanos, existen individuos sin conciencia. <Consumir hasta morir>, debe ser el lema actual de la sociedad moderna. Dogma de fe, incuestionable.

Y así como los años avanzan consumiendo conciencia, la felicidad se va convirtiendo, paso a paso, en una especie en extinción. La sonrisa será algo tan antiguo como las cavernas de la prehistoria y el miedo se apoderará de los que no puedan triunfar.

Del fracaso de quien no pueda triunfar ya se encargará la industria farmacéutica. Que por otra parte, en estos años, de consumida conciencia, fabrica más del doble de medicamentos para esas personas, que por derrota y derrota, no pueden jugar en el equipo titular del mundo actual.

La conciencia, por tanto, es alimento del consumismo. O mejor dicho, el consumismo consume conciencia. Y sin hábitat para vivir en paz, la felicidad está abocada a la destrucción en beneficio de la sociedad de la desconfianza y el miedo.

La sociedad de consumo nos habla de triunfo creando arquetipos a los que seguir continuamente. Existe un miedo a fracasar global. A no ser como esos arquetipos de belleza y perfección.

Aunque para ello ya trabaja el país más poderoso del mundo, ese que inventa métodos de adelgazamiento continuamente y vende obesidad con la comida basura en cada esquina.

<Ven a comer una hamburguesa triple, ya tendrás tiempo de hacer dieta más tarde. Y si te sobra tiempo, puedes ponerte moreno en nuestro centro especializado>
Como ejercicio de sinceridad deberían escribir en su publicidad:

<Me da igual lo que hagas después, consume ahora y no pienses>
Quien no sigue las reglas del juego, fracasa. Y si fracasa no sirve. Y si no sirve, es que no consume. Y si no consume no puede vivir este mundo de triunfo y ser feliz.

Todo reducido a esa felicidad de consumo, sin conciencia y profundamente individualista. (Para ser feliz hay que triunfar, es decir, ganar al vecino, consumir más y mejor)

¿Y si existiera otra felicidad? ¿Puede existir la felicidad consciente? ¿Qué se supone que es la conciencia? ¿Y la conciencia global?

El individualismo consumista nos reduce a un número de ciudadano o a una tarjeta de crédito. Antagonismo de la conciencia global que nos sitúa en un Universo consciente, positivo e indudablemente más inteligente.

Desde una visión de la sociedad actual, el cuerpo humano es la herramienta para triunfar en la sociedad de consumo. No es casualidad que cada vez existan más clínicas de cirugía y menos bibliotecas públicas. Pensar, aburre. Y aleja de los arquetipos de triunfo global.

Alguien que conocía lo que era pensar, extraño acto, razonó sobre el comportamiento del Universo que no vemos. Fue consciente de la cantidad de situaciones que ocurren sin que nos demos cuenta.

Por ejemplo, escribió sobre la cantidad de información que recorre nuestro cuerpo y que interpretan nuestras células sin darnos cuenta. Al mismo tiempo, el estómago hace la digestión de la comida, respira, late el corazón, leemos y consumimos paraísos gratuitos con nuestra mente. Como era feo, este hombre no salió en las noticias. Se unía al grupo del que era presidente, el primer ser humano que se planteó el <Porqué> de las cosas y vivía en una caverna. Olvidados para la prensa del corazón, imprescindibles para el Universo consciente.

Bien, ¿Puede ser la felicidad en extinción, proporcional a la conciencia propia e universal? ¿Necesitamos expandir la conciencia para ser más felices y así expandir también la felicidad al Universo conectado e inteligente? ¿Existe vida después del consumismo del siglo XXI?

Para ser profundamente más feliz hay que ser profundamente consciente de la grandeza del Universo, incluido el ser humano, obviamente.

Ya que el Universo no es lineal y está interconectado. Sin bosques no habría respiración; sin agua, la vida sería imposible.

Sin Sol nos helaríamos y sin Luna no habría mareas, por ejemplo.

La grandeza del Universo reside también en el misterio que lo mueve. ¿Dónde habita la mano que enciende el funcionamiento? Misterio. Lo que no es tan misterio es que hay algo que lo mueve, sea lo que sea. Y nos comunica a todos. Irremediablemente.

Ahora bien, ¿Podemos actuar de otra manera respecto a la sociedad sabiendo que todos estamos conectados irremediablemente? ¿Se alcaza así otra felicidad más amplia?

<Un bebé ríe a carcajadas mientras su madre le abraza; a sus espaldas las olas del mar rompen suavemente contra una roca>

Seguramente si has leído esto has entendido poco. Pero tu cerebro ha imaginado el cuadro produciéndote una sensación de algún tipo. Incluso en algunos casos se pueden escuchar las carcajadas. Es decir, tu cuerpo ha creado un cuadro que jamás existió. Produciéndote algún tipo de sensación, lógicamente positiva.

Esa es la magia del Universo. Mi cerebro ha creado una imagen, que ha sido transmitida mediante la escritura, tu cerebro ha interpretado y creado otra imagen y te ha producido una sensación. Tú y yo hemos estado conectados, sintiendo más allá de la distancia y más allá del dinero por una misma situación, más allá de la realidad o la ficción. Y lo estaremos todos, con todos y para todos.

¿Podemos crear un mundo distinto sabiendo que todo está conectado?
¿Podemos ser más felices sin muros de ningún tipo?
¿Somos conscientes de la responsabilidad que tenemos no sólo con nosotros sino con el Universo?

Volviendo al principio, el mundo del siglo XXI, consume conciencia. Y allí habita la felicidad en peligro de extinción.

Aumentando el consumismo, reducimos la conciencia y por lo tanto la felicidad al mundo materialista. Rechazamos el fracaso. Y dejamos de ser conscientes de lo que somos.

En un mundo consciente, creamos conciencia, derribamos muros y expandimos la felicidad, apreciamos el misterio de lo que nos rodea y aceptamos como reto la responsabilidad de vivir conectados con los demás. Aceptamos el fracaso y el triunfo, porque sabemos que estar conectados con lo que nos rodea no significa ser más ni menos que nada.

Derribemos los muros que nos limitan e imaginemos. Así empezaremos a crear un mundo mejor, con todos y para todos, ya que, aunque no queramos, estamos irremediablemente conectados.

Quien entiende que el amor está en venta en cualquier tienda del siglo XXI, no entiende que todo el amor del mundo cabe en una sonrisa.

Y esa sonrisa, inevitablemente, estará conectada con todo el Universo e inevitablemente también será compartida.

Daniel Hostile.

votar

sábado, 27 de agosto de 2011

Respira

El otro día fui al cine a ver una película documental titulada “Vivir de la luz”. Había escuchado en RNE la semana anterior que hablaban de este documental que trata del fenómeno del “respiracionismo”

Nunca había oído hablar de ello: consiste básicamente en no alimentarse con alimentos sino del aire o más bien de la energía que hay en él, el prana o lo que sea; la idea es algo así como que no necesitamos nada material para vivir. 

El documental está hecho por un chico austriaco que hace tiempo escuchó algo sobre el tema y le pareció interesante, pero durante años lo dejó aparcado hasta que un día decidió investigar sobre el asunto. Desde entonces, se ha pasado años en busca de personas que viven de ese modo, viajando por muchos países (Austria, Alemania, China, Australia, India, Rusia…) y se ha entrevistado con personas que afirman que no comen y algunos no beben. 

Aparecen en el documental relatos sobre místicos cristianos de los que se dice que no necesitaban comer para vivir, pero no sólo habla de personas que vivieron hace siglos, sino que también habla y entrevista a personas que están vivas y afirman no comer (algunos incluso dicen que no toman líquidos). Además hay testimonios de médicos alemanes y austriacos que niegan esta posibilidad, así como noticias de personas que han perdido la vida por intentar llegar a ese estado. Un chico se grabó a sí mismo en el proceso de intentarlo, pero lo dejó al 4º día. Estas personas siguieron los pasos de un libro escrito por una mujer australiana (Ellen Green, también conocida como Jasmuheen) que afirma que en 21 días se puede dejar de comer (ella dice que sólo ingiere líquidos). 

Pero el documental no se queda sólo en los testimonios; dos de estas personas se han sometido a “experimentos” en hospitales, es decir, han pasado 10 días en un hospital, vigilados por cámaras las 24 horas para demostrar que lo que dicen no es un engaño. Uno de ellos es un santón Jainista: Prahlad Jan, que afirma que no come ni bebe desde hace más de 60 años; se le estudió en un hospital y los médicos no encontraron que mintiera, le hacían ecografías un par de veces al día y veían que su vejiga se llenaba pero luego el líquido desaparecía, él explica que la reabsorbe (no tiene necesidad ni de orinar ni de defecar). Los médicos de este hospital muestran su sorpresa ante los resultados. 

La otra persona, el Dr. Michael Werner, jefe de Operaciones Farmaceúticas de Basilea (Suiza) no tiene nada que ver con el anterior, es un occidental que lleva una vida normal, no es un místico, ni una persona “new age”; convive con su mujer (que sí come) y es una persona con una mentalidad científica. Él sí toma líquidos pero afirma que desde hace años no ingiere comida, después de seguir el proceso de 21 días. Werner fue estudiado en un hospital de Berlín (que luego se negaba a publicarlo) y más tarde en otro de la República Checa. 

En la película nos cuentan que pese a que la ciencia “occidental” no es capaz de explicar esto, en la India es conocido desde hace siglos y practicado por hombres santos de la religión jainista, y también en China, allí se llama bi gu y al parecer ha sido practicado por maestros taoístas. 

El documental termina hablando de Física Cuántica y de la influencia de la intención en la materia. Se presentan estudios realizados en la universidad de Princeton (EEUU) en los que se consigue que la gente influya en la disposición aleatoria de unas bolas que caen dentro de un mecanismo. Las bolas (por cómo está diseñada la máquina que se usa), sin la influencia de nadie, caen formando lo que se llama una curva normal (la mayoría al centro y cada vez menos en los lados y menos aún en los extremos); pues bien, cuando se pide a los sujetos del experimento que “intenten” que esa disposición cambie, se encuentra que las bolas no caen igual que cuando se las deja caer sin nadie mirando. 

Hay una pregunta que se repite y que para mí no está bien resuelta, si esto es posible ¿por qué hay gente que muere de hambre? Una de las personas afirma que para llegar a este estado hay que ser un experto meditador con muchísimos años de práctica pero algunas de las personas que aparecen en el documental no lo son. 

En fin, siempre he sido muy escéptico con todo lo que no lleve el sello de “científico” y mi mentalidad cartesiana me sigue haciendo creer que debe haber algo detrás de todo esto, pero la verdad es que el documental es interesante, plantea interrogantes y quería compartirlos aunque ni pienso intentar una cosa así ni animaría a nadie a que lo haga…

Vicente.
votar

lunes, 1 de agosto de 2011

Soluciones contra el abandono

Que las medidas contra aquellos que abandonan a los animales deberían ser más severas y eficaces, es cierto; así como que el problema de la ley es que no se aplica, y que urge una necesidad de campañas de sensibilización desde la escuela, pero, entre tanto, deben ofrecerse opciones para que quien no quiera compartir más su vida con un animal no recurra al abandono del mismo. 

Está claro que antes de tener un animal has de pensar en todos los factores de responsabilidad que conlleva y tu clase de vida, tu presente y tus planes de futuro, en los que siempre debe estar el animal incluido. Si por alguna razón decides no tenerle más tiempo, NUNCA jamás le abandones

Para aquellos que amamos los animales, nos resulta impensable que alguien decida no pasar más tiempo con un miembro de su familia y quiera quitárselo del medio, pero en tal caso es recomendable que tenga en cuenta los siguientes consejos:

- Llévale a alguna protectora, que no perrera municipal, donde podrán acogerle. Lo ideal sería que te hicieras soci@ y le apadrinases, ya que si no, es posible que no puedan hacerse cargo de él debido a la falta de recursos (muchas protectoras no reciben ayudas ni subvenciones de ayuntamientos, y su única fuente de ingresos se debe a sus socios y voluntarios o gracias a ayudas eventuales de algún particular). No desistas a la primera, hay muchas protectoras diferentes. Apadrinándole podrías ir a visitarle y el animal estaría siempre en el albergue ya que con tu donativo mensual se le podría mantener.

Esta posible opción es algo que deberías comentar con las protectoras que consultes, que han de ser siempre aquellas que cuenten con buenas instalaciones y recursos suficientes. Si no quieres tener contacto con él o pagar su manutención, sería bueno que les dieras un pequeño donativo como agradecimiento y ayuda, aunque es una idea opcional y depende de ti; ellos intentarán acogerle para buscarle una familia, pero has de saber que no todos los animales de las protectoras encuentran un hogar ya que hay más entradas que salidas de adoptados.

Otros animales son incapaces de soportar la soledad y el abandono de su familia y entran en estado de depresión, y los hay que no quieren ni saben adaptarse en otras casas porque se escaparían para intentar regresar a su antiguo hogar.

- En las perreras municipales puedes dejarles, pero no olvides que en un determinado número de días, muy pocos, si no es adoptado se le sacrificará. Aún así es importante destacar que siempre es mejor que le dejes en una perrera municipal a que le abandones, ya que de este modo le condenas a una muerte segura, lenta y dolorosa en la calle. Ni en la perrera ni en la protectora van a cuestionar tus actos, ni a pedirte dinero, con lo que no tienes que actuar de manera clandestina y dejar al animal atado o en una jaula en la puerta. Ellos saben mejor que nadie que ante la alternativa del abandono, ésa es una de las opciones y es su trabajo. 

- Nunca jamás le abandones, ni le dejes, atado o no, en un lugar donde creas que hay gente que le podrá coger. Un animal abandonado por bonito que sea, joven, cariñoso o de raza, no siempre va a ser acogido por otra persona. Precisamente es ése el perfil mayoritario de los animales de las perreras. Perros y gatos, además de otros animales como hurones, conejos, iguanas… víctimas de modas pasajeras, así como caprichos de un niño o regalos de Navidad.

Lejos de la creencia de que todos los inquilinos de albergues son viejos, mestizos, feos, enfermos, desobedientes o agresivos; la realidad es que quien abandona lo hace independientemente de las cualidades del mismo. Si le dejas en la calle le condenas a una vida de sufrimiento, enfermedades, hambre, frío, calor, sed, atropellos, heridas, ataques… y no sobrevivirá. Asimismo podrá provocar accidentes de tráfico o incidentes de otro tipo.

- La recomendación más aconsejable si no puedes tener a tu animal cerca por problemas de salud u otros, por ejemplo, es que adaptes tu casa acondicionando espacios para el animal donde tanto él y vosotros llevéis una vida digna y confortable (piensa qué harías si fuera un miembro humano de tu familia quien te diera alergia y actúa de la misma manera); que le busques “familias de acogida” que lo adoptarán o lo cuidarán el tiempo que no puedas tenerle por viajes largos, operaciones u otras razones; residencias temporales de confianza (no todas son recomendables y el animal está aislado en celdas, lo cual le somete a un estado depresivo) o lo entregues o dejes a cargo de algún familiar el tiempo que sea necesario.

Piensa en él como lo que es, un miembro más de tu familia con el que no puedes hacer una excepción. Aún así todas estas opciones son traumáticas para el animal ya que deja de estar con la familia que le ha cuidado y no entiende la causa de su rechazo; por eso, antes de tener un animal, debes plantearte cuán responsable eres para cuidarle.

NO OLVIDES QUE UN ANIMAL ES PARA TODA LA VIDA. 

Rosi Legido.

votar