Mis abuelos tuvieron 4 hijas. Solo la mayor (mi madre)
y la pequeña, que ya nació en los 70, siendo mi abuela (a sus 45 años víctima
del “método ogino”) supieron rebelarse y aprender que las mujeres tenían otras
salidas en la vida, que no sólo servían para atender la casa y los niños, que dos
sueldos van mejor que uno, que los hombres también podían cambiar pañales o
hacer la compra, cocinar, etc.
Mi madre porque era explotada en su casa, como
la mayor que era se ocupó de ayudar a mi abuela en el cuidado de la casa, de mi
abuelo y de sus hermanas pequeñas según iban naciendo. La pequeña, como he
dicho nació ya en los 70 y no mamó tanta “homocracia”, vivió feliz los locos
80, pudo hacer su carrera, se puso a trabajar y no entregaba en casa parte del
sueldo. Insisto en que eran otros tiempos y la cosa empezaba a cambiar.
Mi madre supo rebelarse, porque mi abuelo era un
verdadero cabrón que engañaba a mi abuela, le gustaba el vino y la mayor estaba
ahí para llevarse una hostia cuando era necesario. Empezó a trabajar muy joven
y entregaba el sueldo íntegro en casa… la verdad es que se me desgarra algo por
dentro cuando pienso en la infancia- adolescencia de mi madre.
Mis abuelos siguen vivos y se marchitan juntos
“cuidados” por las otras 3 hijas, que realmente son las buenas, las sumisas,
las que nacieron, como mi abuela, para complacer a su marido y llevar la casa y
a los niños que tuviera a bien mandarle su Dios.
Cuando ellos mueran nadie valorará a mi madre, supongo
que ni en la herencia se verá recompensado tanto maltrato infantil como sufrió,
queda mucho tiempo atrás. Será la liberada de la familia, la “hippy”, la roja,
pero para mí seguirá siendo siempre la mujer que me inculcó unos valores de
respeto hacia las mujeres, la que solo dejó de trabajar cuando nació el segundo
hijo y cuando éste fue lo suficientemente mayor, volvió a incorporarse al
mercado laboral, ya fuera como secretaria de dirección o como reponedora de
lácteos.
Escribo esto porque mi madre es la mujer a la que más
admiro y porque un día en el calendario se me hace poco para felicitar a tantas
y tantas mujeres que en colectividad o individualmente como mi madre han sabido
romper las cadenas, liberarse del yugo de los hombres y demostrar que no solo
valen para las labores domésticas y criar niños.
Feliz día mamá.
Una gran mujer. Y pensar que en el 2012 todavía haya alguno que les recorta derechos a las mujeres. Por tu madre y por tantas otras que dieron la cara... NO PASARÁN!!!
ResponderEliminarYo tengo dos pensamientos. Por un lado creo firmemente en la igualdad de sexos.Mi madre,ama de casa incondicional y entregada por las circunstancias de la época, me educo con esa idea, me reafirmaba lo importante que era estar preparada y estudiar para optar a un buen trabajo y ser independiente, para no tener que depender nunca de nadie.Me educo para ser yo,libre.
ResponderEliminarPero por otro lado, creo que el hecho de que las dos personas tengan que trabajar (cosa necesaria hoy en día) y las pocas facilidades que se dan, hacen que conciliar la vida familiar y el trabajo sea complicado.Por eso tampoco veo tan mal que uno de los dos (hombre o mujer) TRABAJE en casa y otro fuera.Creo que es un modelo de hogar que no tiene porque ser negativo, si es aceptado por los dos y sobre todo si el que se queda en casa esta convencido de su decisión.
Como digo en el escrito, eran otros tiempos, había turnos de mañana, tarde y noche, podían trabajar ambos sin renunciar a mi educación ni a su carrera. Gracias a trabajar los 2 pudieron comprar el piso y pagarlo en 10 años, no como ahora que necesitas 30, 40 o incluso 50 años. Pero aplicado a tiempos actuales tienes razón. Si quieres ganar dinero tienes que echarle horas al trabajo, si quieres criar bien a un hijo, uno de los dos debe dejar de trabajar fuera, estos tiempos ya no permites conciliar una vida con otra.
EliminarSi no lo permiten será porque desde las instituciones pertinentes y los gobiernos no lo facilitan porque no les dá la gana.
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