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viernes, 8 de abril de 2011

Las redes sociales

Le pregunté a Miguel ayer. “¿Tienes Face Book?”  Me contestó que no.
Teniendo en cuenta que es un hombre muy interesado y participativo en lo que se refiere a las nuevas tecnologías, me extrañó muchísimo.  Él me clarificó algo que yo venía pensando desde hace algún tiempo y que no tenía del todo claro.

La historia que me contó era más o menos así: Yo tenía una cuenta de correo en Hotmail, me dijo, un día mi hija me mandó una fotografía suya (quince años, una cría muy linda), y me preguntaba ¿que te parece? Me la he sacado yo sola con el móvil.  Le contesté, estas muy guapa, hija.  Como dos horas más tarde me llama mi madre por teléfono y me dice “Hijo, se te ve muy orgulloso de tu niña”.  No entendí por qué me decía eso, la verdad es que estoy muy orgulloso de mis hijos, el chico también es muy buen estudiante, y, hasta ahora ninguno de los dos me ha dado problemas. “Pues te lo digo porque he visto en Hotmail la foto de mi nieta y tu comentario”.  Le pregunté a qué comentario se refería y me dijo: “Al que tú pusiste, que dices que está muy guapa”.  Me molestó.  Por supuesto no me molestó que mi madre leyera un comentario que yo le hacía a mi hija.  Es mi madre.  Me molestó que eso fuera accesible a cualquier persona, conocida o no por mí.  Mi madre me dijo “No exageres, tampoco es un drama que todo el mundo sepa que te llevas bien con tu hija. Las redes sociales son para eso, para que la gente sepa lo que comentas.”  Pensé que en el fondo mi madre tenía razón.  En cualquier caso como es una cuenta de correo que no usaba mucho pensé que daba igual. 

No había pasado una semana cuando mi madre, un poco nerviosa y un mucho enfadada me llama y me pregunta “¿Te has bajado una película que se llama “La sobrina del cura es una guarra”?”  Le contesté que por supuesto no.  Ella me aconsejó-ordenó “Pues escribe a la dirección de Hotmail y diles que eso es mentira y que lo borren”.  Después de intentar ponerme en contacto con alguien de Hotmail que me ayudara a borrar esa aberración y no lograrlo, decidí borrar todos los contactos que tenía en esa cuenta, incluso los de mi familia.

Desaparecí.  Ya no estaba.  Ya nadie podía decir estupideces o mentiras contra mí.  Pedí a mi familia que también lo hiciera y logré así una tranquilidad total, o casi: dos meses más tarde me enteré por un policía amigo que la foto de mi hija les había aparecido en una redada de CDs de pornografía infantil.  Para mi era incomprensible cómo había llegado hasta ahí, pero lo que más daño nos hizo, a mi mujer y a mí, es que la niña aparecía desnuda.”

Cuando Miguel terminó su relato me preguntó ¿Comprendes ahora por qué no quiero saber nada de ninguna red social?  Hacen mucho más daño que bien.  En una red social cualquiera puede poner una barbaridad sobre ti y sí, puedes llegar a averiguar quien lo ha hecho por el IP del ordenador que ha emitido el mensaje.  Pero es difícil, es costoso y cuando lo averigües el daño ya está hecho y tu nombre o tu foto puede haber sido utilizado para cualquier cosa.

Los chavales de hoy día no se dan cuenta del riesgo que corren, creen que la persona con la que están en Twitter es un chico o una chica de su edad y, puede ser, porque ya ha sucedido más de una vez, que, a través de una red social estén chateando con un adulto que tiene intereses absolutamente criminales.

Me di cuenta que el tema a Miguel le quema, le hace arder de ira.  Me di cuenta de que esta moda de tener 2000, 3000 amigos es una forma de acumular nombres indistintos, como en un almacén de chatarra donde se alojan los desperdicios de todos los artefactos que he hemos ido desechando.

Me di cuenta de que una red social nunca podrá sustituir al café que te tomas con una amiga para que te cuente lo que ha hecho en el último año.  Porque ese café en Las Torres te permite ver, de verdad, a una persona.  Sentir y ver en una cara real, con arrugas, sin Photoshop, el asombro, la extrañeza, el disgusto, la alegría.

Ninguna red social puede sustituir al abrazo que le das al amigo que lleva un año y pico en Galicia. El contacto directo con el otro, el contacto directo con tu amigo es algo imposible de sustituir por ninguno de los 2999 “amigos” virtuales de Twitter.

Esto me hace recordar una anécdota,  Mi hijo tendría en ese momento unos ocho o nueves años.  Me pidió que le comprara un cacharrito de plástico que se llamaba Tamagochi (o algo parecido).  Me dijo que en ese artilugio de plástico estaba la quintaesencia de la mascota.  “Mira es un perrito al que tienes que dar de comer, recogerle las caquitas, sacarle a pasear, si no lo haces, se te muere”.  Mi hijo no entendía por qué yo me negaba tan obstinadamente a comprarle un juguetito que, además no era caro.

Me costó mucho hacerle entender que la perrita que teníamos en casa, que se llamaba Nandy, era mucho más bonita que el más bonito de los tamagochis, que era una perra de verdad y que el cuidarla le iba a dar, necesariamente, más satisfacciones que un cacho de plástico colgado del cuello por más real que pareciera el dibujito japonés.  No lo podía entender, no lo quería entender porque todos sus compañeros de colegio tenían uno y él, para su desgracia, tenía una perrita de verdad.

No sé si lo entendió o no tuvo más remedio que aceptarlo, porque yo no di mi brazo a torcer.  ¿Por qué me he acordado de esta anécdota? Porque las redes sociales, como el Tamagochi, son una engañifa para los que no tienen un amigo de verdad con el que tomarse un café en Las Torres.

Mcarmen Pico Manville.
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13 comentarios:

  1. Bueno... buf... esto es como todo. Todo es bueno en su justa medida, me parece.

    Yo voy a partir una lanza en favor de las redes sociales. Sirven para difundir. Yo, personalmente, me he enterado de cosas que quizás de otra forma se me hubieran pasado de largo. Movilizaciones, noticias, artículos interesantes que pueden difundirse. Sobre todo en la actualidad, donde se nos está vetando la información y se nos da la que quieren que sepamos. Esa es la utilidad que yo le doy.

    Pero también voy a defender a la gente que cuenta su vida en Facebook (digo esta red porque de las otras no tengo ni idea, ni siquiera sé cómo funciona un Twitter), porque tienen derecho a contarla, y yo no me considero nadie para juzgar a nadie, si es más listo o más tonto que yo por hacer eso. Yo no leo ese tipo de anotaciones, ni entro en juegos, ni en aplicaciones ni nada por el estilo, porque no me atraen para nada, pero si me gustaran, lo haría, y ande yo caliente, ríase la gente. Pero no me interesan.

    Otro tema son las fotos. Las que tengo o bien las tengo porque algunas me parecen interesantes, y otras porque simplemente me da la gana. Que monten una foto de mí en bolas... pues solo pediría que me pusiesen unos perolos enormes, a ver si así al menos en la ficción me los veo JAJAJAJAAJA... y que me la envíen, por favor.

    Si tuviera hijos, segurísimo que no pondría fotos suyas. Simplemente porque sí que tengo un pelín de miedito a eso que le pasó a Miguel, y que me pase a mí me da igual, pero a un menor... pues no. Y de la gente que aparece en mis fotos creo que no hay ningún caso que no quiera aparecer en ellas (por cierto, si no es así, que me lo diga!!!).

    Todo en su medida está bien, si desatiendes lo real (esos amigos tangibles), como tú dices, no me parece sano, pero también creo que es importante reconocer las nuevas utilidades que nos ofrecen las tecnologías y si les puedes sacar provecho, mejor que mejor.

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  2. Eso es¡¡¡ El contacto directo hace SENTIR¡¡ Nada puede sustituir un café en buena compañía¡¡ Totalmente de acuerdo, MCarmen¡¡

    Quecha, si está claro que como medio de difusión está genial, en eso estoy totalmente de acuerdo¡¡. Lo que a mi no me entra en la cabeza es como mi amigo "Pepito", sabe que en nochevieja fui a una fiesta de disfraces y yo no se lo he dicho, y como "Juanito" me recuerda el cumpleaños de mi amiga cuando ni siquiera la conoce, es que de verdad, no me entra en la cabeza¡¡¡

    Tampoco entiendo como una persona no se siente inmensamente triste, cuando no recibe ni una llamada por su cumpleaños porque todos "le han felicitado por facebook".
    Es impersonal¡¡¡ Dónde están los tirones de orejas¡¡¡
    A mi sí me molesta si aparezco en alguna de tus fotos de facebook, quien quiera saber de mi vida que me pregunte y quien quiera ver las fotos de mis vacaciones, gustosamente se las enseñaré¡¡, de tu facebook o de cualquier facebook¡¡
    Lo que pienso es..."a quien le importa", a quien le importa de verdad...arrggg¡¡

    Y bueno, todo esto dejando a un lado el tema de menores, que me parece delicado, delicado...uufff¡¡

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  3. Hace 20 años yo tenía dos vecinas que doblaban la mayoría de edad que se contaban su vida a gritos entre las ventanas de la comunidad, nos enterabamos todos los vecinos de todo lo que hacían, compraban, comían y tenían. Por supuesto a nadie nos interesaba porque no decían nada mas que obviedades y sandeces.

    Martin Luther King, Ghandi y otras muchas personalidades del siglo pasado utilizaron el mismo canal de comunicación que mis vecinas, la voz. En cambio, a diferencia de ellas, comunicaron cosas muchísimo mas interesantes.

    Los medios solo son medios. La comunicación y el contenido depende de las personas, su cultura y educación.

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  4. El problema está cuando te conviertes en esclavo de la red social, cuando en cada momento que tienes libre te lo pasas metido en estos sitios y cuando no estas conectado estan deseando que llegue el momento de hacerlo.Las redes sociales pueden ser dañinas o no, depende del uso e intenciones que cada uno le de.

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  5. Estoy de acuerdo, los medios son medios, sólo eso. Pero para mi la red social es una engañifa, una psudoposibilidad de una psudoamistad en un pseudoentorno: ni la posibilidad, ni la amistad, ni el entorno son reales o, al menos para mí se parecen bastante a esas gafas que te permiten adentrarte en el Amazonas sin dejar el sillón de tu casa.
    Estoy con esti cuando dice " Lo que a mi no me entra en la cabeza es como mi amigo "Pepito", sabe que en nochevieja fui a una fiesta de disfraces y yo no se lo he dicho, y como "Juanito" me recuerda el cumpleaños de mi amiga..." La información es poder, dicen. Pero ¿qué información? ¿La que da el ABC o la que da Público? ¿La que da Gadafi o la que can los norteamericanos?La informacion que, a mi, me interesa y de la que hablo un poco más arriba, es la información que no se circunscribe a unas pocas palabras o a un tqm pg m snt b cntg. Esa información enlatada, comprimida, no puede ser comparada con un gesto, una mirada, una postura que están expresando EMOCIONES. La comunicación para mi es un camino de ida y vuelta en el que uno da, el otro recibe y empieza a dar a su vez. En el dual Yo-Tu (como diría ese judío tan jodio que se llamó Martín Buber -jodio por lo que pensaba y hacia pensar, aclaro-) si el Yo se abre es porque espera que haya un tú delante de sí. Así de simple. Personalmente no tengo tiempo para atender BIEN a 2999 personas... prefiero sacar a apasear a mis perros.
    La capacidad de comunicación tiene que ver con la educación, por supuesto, y con la cultura, por supuesto y con montones de cosas más, por supuesto pero, para mí tiene que ver FUNDAMENTALMENTE con una necesidad de saber cosas de otro porque ese otro te interesa de verdad. Y da lo mismo que ese otro sea tu compañero de oficina, de cama o el Presidente de Gobierno. Da lo mismo siempre que ese otro esté dispuesto a responder si no... no hay comunicación.
    En cuanto a la información, estoy con Quecha que te puedes enterar de cosas por la redes sociales y por el Pais, El Mundo, Radiotelevisión, La Ser, La sexta, Intereconomia, la 5 "u sease" los medios de comunicación de masas. El problema es que yo, a veces, de vez en cuando quiero dejar de ser masa y ser persona. De vez en cuando, cuando puedo, cuando me dejan, quiero poder hablar de tú a tú con alguien y saber que aunque lo que digo parezca incomprensible ese alguien, ese preciso alguien va intentar entenderme, va a intenta comunicarse conmigo.

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  6. Dicen que una copita de vino en las comidas es sana, un chupito de orujo despues de comer es digestivo, un par de cervezas aportan vitaminas y energía, si te lo tomas todo junto te pillas una melopea del copón.
    En su justa medida yo veo las redes sociales positivas, me permiten tener contacto directo con familiares y amigos que se encuentran fuera de España y que de otra forma solo vería una vez al año y hablaría muy poquito, me gusta tambien el poder localizar a aquella persona que en su día fué un gran amig@ y que por dejadez, por la distancia o por otras causas perdiste el contacto.
    Desde luego que tiene cosas muy malas, hay una edad mínima para poderte registrar, (que si que se la saltan por el forro los niños, yo tambien me salto algún semáforo y no está bien hecho) pero tambien es verdad que estamos en el principio de esto, y los principios siempre son confusos, una vez que evolucionen las medidas de control, utilizando solo un poquito de sentido común se le podrá sacar un buen partido.
    Desde luego que el sentido común no es algo que sea patrimonio de la humanidad especialmente, pero lo mismo pasa con los coches, yo conduzco la mayoría de los días y es raro, que pase media hora al volante sin ver algún baboso que debería perder hasta el carnet de bicicleta.

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  7. Varias cosas:
    - Casi todo el mundo tiene muchos amigos en Facebook y seguro que ninguno espera que se le dé esa atención personalizada de la que habláis. Cuando uno se registra en una red social no creo que espere eso, ni mucho menos.
    - La gente es diferente, a mí no me molesta para nada que se me felicite por Facebook y no me llamen por mi cumpleaños, o simplemente no se acuerde. Paso bastante de los cumpleaños, del mío y de la gente, perdón al que le moleste, soy mala para eso, pero creo que la amistad consiste en otro tipo de cosas.
    - La difusión de noticias en redes lleva todas sus letras en cada palabra, no tiene que ver con mensajes de móvil, al menos con la gente que yo hablo. Y muchas de esas noticias difieren notablemente de cualquiera que te puedas encontrar en otro medio "convencional". De ahí lo bueno, el contraste que de otro modo tienes mucho más difícil.
    - Hay gente diferente, gente a la que no le gusta el contacto con la gente, y para ellos estoy segura de que una red social es un modo más fácil de relacionarse. Si se apuntan a una genial por ellos. Quizás sea un comienzo.
    - Si te pasas el día conectado a la red social, en cualquier momento que tengas libre, probablemente el problema sea tuyo, no de la red social.
    En definitiva: me ganan los pros a los contras, en el uso que le hago y en lo que me han aportado y me aportarán.
    Y que siga la difusión!!!

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  8. Hace tres años me borré de todas las redes en las que intervenía.
    Cuento con lo que cuento una docena y media de amigos. Cuarto y mitad como quien dice.
    Raquel, visto los pros y los contras creo que no te enteras de los contras... o no te importan los hijos ajenos.

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  9. Mira, Carmen, voy a pasar por alto la última línea, y te contesto:

    Resulta que una imagen tuya la puede tener quién quiera cuando quiera sin tener que ir a una red social. También te pueden grabar por la calle las camaritas del Corte Inglés, que ya les han denunciado. Así que ya ves, no estamos fuera de peligro en ningún lado.
    También pueden fotografiar a tus hijos en un parque cuando los llevas a jugar, y no te enteras. O en el metro, o en la piscina... donde sea.

    Quizás haya que esperar, como dice Alvaro, a que las redes anden un poco más de camino y se cierren esos flecos que todavía le quedan en cuestiones de seguridad.

    El problema real está en la gente que hace mal uso de las cosas, no es culpa de la red social. Una red no piensa, es un programa. El que teclea en ella o cuelga cosas es la persona que está delante del ordenador.

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  10. Totalmente de acuerdo contigo Raquel.Y mira que yo no estoy registrada en ninguna red social, pero cada uno es libre, lo importante es darle un uso correcto,es como todo..,si yo voy haciendo la loca con el coche,probablemente produzca un accidente,si conduzco correctamente es menos probable.
    Tal vez son los padres los que deberían, no controlar, pero si tomar ciertas medidas.Es muy fácil echar balones fuera.

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  11. me declaro antifacebook completamente porque al menos hoy, el uso que dan los particulares resultado absurdo. Esa necesidad de tener que contar tu vida, una especie de diario aburrido para hacerse notar; esa manera de perder el tiempo en no conocer a 200 desconocidos en lugar de dedicarse a conocer a los poco amigos de verdad que ya conoces; ese querer enterarse de la vida de los demás y querer que se enteren de la tuya... no lo entiendo, pero no hacen daño a nadie en tal caso a sí solos, por las cosas que se peirden sentados en el ordenador durante horas en lugar de disfrutar del día de otras maneras mejores (pero cada uno se entretiene a su manera). Aún así, usadas de manera inteligente los hay que las utilizarán para hacer el bien (de hecho ALAS está en varias redes sociales), para darse a conocer, para difundir casos denunciables, ideas...

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  12. Si pensais que las redes sociales para lo que sirven es para exponer la vida de uno es que os habeis quedado en lo frívolo de dichas redes. No os habeis parado a utilizar dichas herramientas para acceder información y difundirla. Hoy en día las redes sociales son impulsoras de muchos movimientos sociales. Pero veo que para algunos son lo más parecido a Satán... y encima se erige en voz de la ciudadanía cuando con sus escritos lo único que deja claro es que tiene una mente rígida, propia de una educación basada en la obediencia ciega y la represión, la culpa y el miedo. Saben cuál es el mayor peligro de las redes sociales? nada más y nada menos que los proveedores de estos servicios venden nuestros datos a agencias como la CIA. Eso es lo terrorífico: que no somos libres, que cada uno de nuestros pasos es monitorizado, analizado.

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  13. He leído que Anonymous quiso hackear Facebook pero al final no lo hizo porque lo consideraba un medio de difusión. Y lo es, e importantísimo. Probablemente una de las formas de contrastar información y de aumentar el espíritu crítico de la sociedad. Que buena falta hace.
    Bien.

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