¡Envíanos tu artículo!

Escribe lo que quieras y como quieras, sobre cualquier tema que te interese.
¡Comparte tu información con todos los lectores!
Envíalo a: alas.social@gmail.com
Y dinos con qué nombre quieres firmarlo (real o inventado)

¿De qué quieres que hablemos?

Si quieres información sobre algún tema en concreto, dínoslo en el mismo email y escribiremos sobre ello.

La información y las opiniones vertidas en este blog, tanto en las entradas como en los comentarios son obra exclusiva de su autor.

sábado, 15 de enero de 2011

Inmigrantes: problemas sociales y legales


El flujo de personas que se ven obligadas a abandonar su país de origen en busca de una vida más digna y en muchos casos, de libertad, es una realidad no solo actual, sino que viene del pasado. La miseria, la falta de oportunidades, las persecuciones políticas, las religiosas; serios problemas personales y de otra índole, los abocan a buscar desesperadamente otro lugar donde vivir. 

Nuestro país acoge en estos momentos a miles de inmigrantes de diferentes nacionalidades, aunque probablemente la comunidad latinoamericana sea la más numerosa. 

Estas personas, desde que parten de sus países, sufren graves problemas. La mayoría de ellos llegan aquí tras pagar un viaje que muchas veces condiciona su vida y la de su familia. En estos casos, los más dramáticos, vemos cómo hipotecan todo lo que tienen, incluso su integridad, en favor de mafias que ven en ellos puramente esclavos que trabajarán para ellas, de la forma que sea, hasta que paguen el precio de su libertad. 

En otros casos, llegan a España tras un viaje colmado de peligros, en el que valoran menos su propia vida que llegar a destino. Esta es probablemente la prueba más significativa de lo que dejan atrás. 

Pero sus problemas no terminan aquí. En España, las leyes vigentes y algunos sectores de nuestra sociedad que adolecen de racismo y prejuicios, tampoco ayudan.
Además, la integración en un mundo nuevo, con otras costumbres, otro idioma, otra cultura y otros valores es terriblemente difícil para ellos. Esta integración siempre es algo que se pide unilateralmente, de ellos a nosotros, cuando realmente tendría que ser un trabajo conjunto de los inmigrantes y de la sociedad que los recibe.

Lo que sí ha mejorado al menos es la comunicación con sus familias y la permanencia del vínculo con sus países. Internet, la telefonía, el acceso a la prensa y televisión de sus países, les proporciona un camino para no sentirse tan solos en un mundo, a veces, hostil para ellos.

El problema más acuciante en estos momentos es la alta tasa de inmigración ilegal. Se llama así al porcentaje de inmigrantes que no poseen la documentación necesaria para vivir en España legalmente.

Estos inmigrantes tienen sus derechos fundamentales, reconocidos para todas las personas, terriblemente mermados. Para ellos, el acceso a los servicios públicos como la sanidad o la educación, la posesión de una vivienda (propia o en alquiler), la obtención de un trabajo justamente remunerado y con sus garantías legales, se convierten en un sueño difícil de alcanzar. 

Esto les obliga a llevar una vida clandestina bajo la amenaza de la deportación, en muchos casos delictiva, a la mendicidad, a ocupar viviendas, a trabajar sin un contrato legal y con sueldos muy bajos. 

Por otro lado, bajo el yugo de las mafias organizadas  existe la prostitución, la explotación de menores y la delincuencia a menor o mayor escala.
Hay que partir de la base de que los inmigrantes no son los culpables de su situación, sino víctimas. Los motivos que les llevan a dejar su país y a sus familias, todo su mundo, están lejos de ser su responsabilidad. La miseria y la situación política que arrastran no ha sido elegida por ellos. La existencia de gobiernos corruptos, las guerras, la deuda externa y otros factores contribuyen a este éxodo de personas. 

Tampoco su estatus de ilegales es responsabilidad suya. En España, las leyes relativas a extranjería se han endurecido, cada vez son más los obstáculos administrativos y menos los medios que existen para conseguir un permiso de trabajo y residencia, los plazos para la obtención del mismo cada vez son más largos, y además, se ha dificultado la contratación legal de inmigrantes para desempeñar cualquier trabajo en una empresa. 

El comportamiento hipócrita de las autoridades respecto a los inmigrantes viene marcado por la situación económica del país. Si la economía es saludable y las empresas se benefician con su contratación, se hace la vista gorda a la ilegalidad. Pero en tiempos de crisis, como el actual, con una alta tasa de desempleo, se reactiva la persecución de inmigrantes indocumentados. 

Como vemos, es un amplio sector de la sociedad que adolece de múltiples problemas y que además, sufre de abandono social. Todavía persisten ideas racistas y xenófobas como la de que roban el empleo a los españoles, que traen el terrorismo a nuestro país y que todos son delincuentes. Incluso existen empresas donde no se contratan a inmigrantes, por norma, porque creen que disminuiría la calidad de su servicio.

Pero ante la realidad de que una sociedad multicultural y multirracial es más rica que una sociedad cerrada, que la convivencia es posible y que la defensa de los intereses de todos, seamos quienes seamos y vengamos de donde vengamos es una labor de justicia; se han creado colectivos decididos a hacer de esto algo tangible.

En nuestro país existen asociaciones y organizaciones de apoyo a los inmigrantes, que luchan por la defensa de sus derechos y su total integración en nuestra sociedad. 

Algunas de ellas son:
-  
- FERINE - Federacion Estatal de Asociaciones de Inmigrantes y Refugiados.
- CEAR - Comisión Española de Ayuda al Refugiado
- SOS Racismo Madrid
- CIRSIS - Centro Internacional de Relaciones Sociales e Inmigraciones
- EQUIDAD GLOBAL (Toledo)
- Fundación Babel Punto de Encuentro (Barcelona)
- Karibu (Madrid)
- OIDE (Barcelona)
- ADEFIS ONG (Madrid)
- Afro Aid España (Madrid)
- Anade - Asociación para el Desarrollo y la Integración de las culturas y los ciudadanos (Jaén)
- Asociación Latinoamericana del Garraf (Barcelona)

Raquel Ruiz
votar

No hay comentarios:

Publicar un comentario