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martes, 18 de enero de 2011

El papel del psicólogo en los centros de mayores

Vivimos en el continente más envejecido del mundo. En España, actualmente el 17% de la población es mayor de 65 años. Se estima que en el año 2040 España contará con un 40% de población mayor de 60 años. A principios del siglo XX la esperanza de vida en nuestro país no llegaba a los 40 años, en cambio, actualmente la esperanza de vida es de 73 años en el varón y de 80 años en la mujer, aproximadamente. 

El envejecimiento de la población es un acontecimiento que conlleva grandes repercusiones sociales, tales como cambios en los roles sociales, cambios en el estatus atribuido a la edad, cambios en los sistemas laborales de distribución del trabajo, reajustes en el sistema de protección social, y cómo no, relevantes cambios a nivel individual. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la salud como el "estado de bienestar completo físico, mental y social, y no solamente la ausencia de enfermedad o dolencia". En la vejez pueden aparecer numerosas patologías que afectan a diferentes áreas -físicas, cognitivas, afectivas, sensoriales-. Bien. Para garantizar entonces este estado de bienestar que aparentemente se persigue, los Servicios Sociales deberían contar con una amplia red de instalaciones donde las personas mayores y dependientes se beneficiasen de una atención continuada, completa y adecuada, constituidas por un amplio equipo multidisciplinar de profesionales al servicio de aquellos mayores afectados por algún tipo de dependencia física, psíquica o social, o con necesidad de internamiento temporal o definitivo. 

La adaptación y el bienestar de la persona mayor en un centro residencial dependerá entonces de la congruencia entre las necesidades y características de las personas usuarias y las variables físicas, humanas y organizativas del centro.

 Entre los objetivos principales de cualquier centro gerontológico deberían encontrarse:

 - Proporcionar las condiciones adecuadas para una estancia digna en el centro y para una mejor calidad de vida

-  Mantener una actitud de servicio y respeto

-  Prestar los servicios asistenciales necesarios a nivel sanitario, familiar y social

-  Atender las necesidades espirituales de los residentes y proporcionar asistencia psicológica, rehabilitadora (fisioterapia y terapia ocupacional) y animación sociocultural.

¿Qué sucede? Que en muchas ocasiones, lo ideal dista mucho de lo real, y es que esta asistencia psicológica todavía no está lo suficientemente reconocida en la mayor parte de estos centros asistenciales. Los centros donde el psicólogo se va incorporando como parte del equipo, son sobre todo aquellos de carácter privado o concertado, siendo prácticamente nula la aparición de esta figura en los centros públicos.

Las residencias deben ser concebidas como espacios donde habitan y conviven personas que aun presentando necesidades especiales de atención son ¡ciudadanos con derechos!  

Al margen de la valoración y crítica totalmente factible que podría hacerse de las políticas organizativas de muchos centros, de la calidad del equipo, de los servicios y las actividades que el centro promueve, y de las condiciones lamentables en las que a veces se desarrolla la vida diaria de muchos mayores en nuestra comunidad y en nuestro país  (instalaciones inadecuadas, masificación de residentes, personal insuficiente o NO cualificado, malos tratos en residencias,etc.), y ciñéndonos en exclusiva a los departamentos que por norma general constituyen una residencia para, como decíamos, cubrir todas las necesidades del mayor de cara a su bienestar, vemos como, desgraciadamente, el departamento de psicología suele brillar por su ausencia, cuando la intervención psicosocial no sólo es fundamental para los residentes, sino para la familia y el propio centro. 

La Psicología es una de las disciplinas que contribuye al mayor –y mejor- conocimiento del funcionamiento psicológico en esta etapa vital, permite la atención psicológica adecuada de las personas mayores –atención que ningún otro profesional debería llevar a cabo- y colabora desde una perspectiva multidisciplinar.

La figura del psicólogo en los centros gerontológicos es necesaria puesto que es la única persona cualificada capaz de, entre otras funciones:

 - Evaluar el funcionamiento cognitivo y afectivo mediante distintos instrumentos estandarizados de  valoración.

- Potenciar las capacidades cognitivas en personas con deterioro cognitivo leve o severo (demencias, enfermos de Alzheimer) planificando sesiones de psicoestimulación para retrasar el deterioro cognitivo y/o disminuir la probabilidad de desarrollar una demencia.

 - Evaluar e intervenir mediante técnicas psicológicas en trastornos de ansiedad, depresión u otros.

- Realizar un seguimiento en las áreas específicas de deterioro cognitivo, alteraciones conductuales y psicopatológicas.

- Acompañar a la familia en cuidados paliativos,muerte y en proceso de duelo con intervención psicológica para aquellas personas del entorno del mayor que lo precise.

- Participar activamente en  las denominadas reuniones interdisciplinares, donde se realiza un exhaustivo seguimiento de los residentes y se fijan determinados objetivos en relación a la atención individualizada de cada uno de ellos.

- Promover el proceso de adaptación del residente al Centro.

-Asesorar al personal del centro que presente dificultades con la conducta o comunicación del mayor.

- Diseñar e implementar programas en distintas áreas con el objetivo de motivar en la realización de actividades en el centro y fomentar la independencia y autonomía de los mayores. 

¿Aún persiste la duda de si es necesaria la figura del psicólogo en las residencias o centros de mayores? (...)

Desgraciadamente, lo que ocurre es que en numerosas ocasiones, la atención al mayor queda relegada al cuidado médico, físico y ocupacional. Tener en cuenta las variables biomédicas, las condiciones físicas y biológicas es esencial, ¡pero estas afectan a los sistemas psicológicos y comportamentales! ¿Cómo olvidar entonces el lado emocional de estas personas, sus aficiones e intereses, su personalidad, su autoestima, sus miedos, inquietudes o preocupaciones, su autoconcepto, su inteligencia, su memoria, sus relaciones sociales, su satisfacción, su calidad de vida?

Creo que el trabajo del psicogerontólogo continúa en cierta forma devaluado en nuestra sociedad y su presencia sigue siendo extremadamente delimitada en muchos centros. Debemos reflexionar y tomar concienca sobre lo que la Administración considera y reconoce públicamente como ideal o necesario respecto al personal requerido en los centros de mayores y las necesidades de nuestros mayores, pero si el objetivo e interés social común es conseguir un envejecimiento satisfactorio, algo no se está haciendo bien.

Tal vez no interesa la inversión económica que requiere la existencia y mantenimiento de esta categoría profesional en las residencias. Tal vez no resulta rentable... porque no es considerado relevante… pero me temo que esa irrelevancia profesional es desgraciadamente una proyección de la irrelevancia del mayor.

Es decir, la no valoración de la presencia del psicólogo como profesional implicado en la atención integral esconde la no valoración de la dimensión psicológica de la persona! El mensaje que me llega de fondo,lo que leo entre líneas, es: “la persona mayor institucionalizada no es  productiva, no es  útil, es una carga social, es alguien ya desvinculado de la sociedad, atendamos, por obligación legal, sus necesidades muy básicas, pero el resto, es totalmente secundario, no nos importa, no interesa atenderlo” (!!!)  Por ello también será así no productivo, no útil, un gasto social innecesario, algo irrelevante y secundario, la presencia de algunos profesionales.

Pero lo que siento que hay de fondo último, de base, es una falta de sentido de respeto y de humanidad hacia las personas que se encuentran en los últimos años de su vida. Mientras persista este “modelo deficitario de la vejez” y esta falta de conciencia social de las diversas y complejas necesidades de la persona mayor y de la  relevancia del cuidado y atención integral en esta etapa de la vida, la situación no cambiará.

Abramos los ojos, miremos, analicemos y actuemos, pero desde el corazón...


Guadalupe Naharro Pérez. 

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6 comentarios:

  1. Bueno, para mí el papel de un psicólogo no es que sea solo importante para la tercera edad, que por supuesto que sí; sino que lo es para toda la población.
    Me parece que hay muy pocos psicólogos (no privados) para toda la demanda que hay. Que nuestros Servicios Sociales, nuestra Seguridad Social, se olvidan constantemente de que la salud mental, psicológica es terriblemente importante. En estos tiempos, hay un aumento considerable de gente que sufre estrés, ansiedad, depresión... y no creo que se haya aumentado el número de psicólogos en las consultas. Cómo se van a aumentar si lo que se está haciendo es recortar constantemente el gasto público.
    Además de que estoy totalmente de acuerdo en que son no necesarios, sino vitales para los ancianos tener a un psicólogo al lado, me gustaría denunciar algunas ideas que tiene alguna gente, que cree que "los ancianos estorban", "que nosotros les pagamos las pensiones", "que son un problema"...
    No, señores, ellos han pagado sus pensiones a lo largo de su vida, ellos YA han sido productivos y le han dado lo mejor de sí a la sociedad. Y ahora, les toca descansar.
    El único sentimiento que tendríamos que tener hacia ellos es agradecimiento y cariño. Y respeto.
    Pero por desgracia, hay gente que no sabe, todavía, que también serán ancianos. Y meto aquí a todos los que podrían subvencionar o dar este servicio social tan importante del que se habla en el artículo y no lo hacen.

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  2. Cojonudo!!! Guada, gran trabajo.
    Alvarito

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  3. Totalmente de acuerdo. Creo que en el sentido del cuidado y respeto hacia los mayores (que han luchado por nosotros, que nos han cuidado, los que han intentado mejorar y darnos lo que ellos no tuvieron...), deberíamos aprender de esos países que calificamos como subdesarrollados, en los que se les tiene muy en cuenta y se les respeta, pues aunque se hayan equivocado como todos, ellos tienen la experiencia y la sabiduría en la que nos podemos apoyar para seguir mejorando como sociedad. Para muestra un detalle cotidiano. Mucho se critica a los inmigrantes, pero cuando voy en transporte público y entra una persona mayor los primeros a los que suelo ver el gesto de dejar el asiento libre son estos inmigrantes que según algunos chorlitos sólo vienen a quitarnos el trabajo. A veces creo que el dinero, el desarrollo tecnológico, nos acaba llevando a un egoísmo brutal y nos anula la empatía y el agradecimiento hacia aquellos que nos vieron nacer y crecer.

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  4. tengo que añadir la falta de conocimiento de una parte del personal que trabaja en residencias y centros de atención al mayor sobre el trabajo de los psicólogos. No me estoy refiriendo a los profesionales como médico, enfermeros o fisios sino a auxiliares y personal de dirección.
    En estos casos esa falta de conocimiento de la función del psicólogo impide una correcta actuación de éste además de impedirle realizar su trabajo correctamente. En mi caso son las auxiliares las que creen estar en una "posición mayor" sobre la figura del psicólogo y piensan que la única función que tiene es la de "entretener a los ancianos" y que no les molesten mientras ellas hacen sus tareas. Es muy triste pero es así y esta actitud está alimentada por una dirección incapaz de entender las funciones de cada profesional del centro en la actuación con el mayor.
    Muy triste.

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  5. Está claro que el psicólogo tiene un papel en las residencias y así se reivindica continuamente desde la profesión. Pero, ¿hay forma de que alguien que busca una residencia sepa si ese geriátrico que está mirando tiene un psicólogo o psicóloga en plantilla? Para mí la clave está en el momento de buscar y elegir una residencia geriátrica. Si pudieras saber cuánto personal tiene, qué equipo de profesionales (¿hay psicólogo?), cómo trabajan la ética e incluso qué ha dicho la inspección y personas que han vivido allí de la residencia en la que piensas ingresar a un ser querido, habría menos posibilidades de equivocarse. Ahora hay un buscador de residencias que precisamente ofrece esa información y permite dejar comentarios sobre las residencias. Es la nueva versión dle buscador de residencias de Inforesidencias.com. Vale la pena usarlo para evitar problemas despues.

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  6. Está claro que el psicólogo tiene un papel en las residencias y así se reivindica continuamente desde la profesión. Pero, ¿hay forma de que alguien que busca una residencia sepa si ese geriátrico que está mirando tiene un psicólogo o psicóloga en plantilla? Para mí la clave está en el momento de buscar y elegir una residencia geriátrica. Si pudieras saber cuánto personal tiene, qué equipo de profesionales (¿hay psicólogo?), cómo trabajan la ética e incluso qué ha dicho la inspección y personas que han vivido allí de la residencia en la que piensas ingresar a un ser querido, habría menos posibilidades de equivocarse. Ahora hay un buscador de residencias que precisamente ofrece esa información y permite dejar comentarios sobre las residencias. Es la nueva versión dle buscador de residencias de Inforesidencias.com. Vale la pena usarlo para evitar problemas despues.

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